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Una ciudad crece cuando sus ciudadanos lo hacen. Y para ello es necesaria la comunicación, la participación, la implicación. La atonía que desde hace algunos años atraviesa esta Ciudad (O mejor dicho, sus ciudadanos) hace que nosotros engordemos, en vez de crecer. Más naves, más viviendas, más calles, pero sin alma. Este blog pretende animar, no hay otro objetivo.

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Lugar: Alcalá de Guadaíra, Sevilla, Spain

lunes, septiembre 04, 2006

Y nosotros, ¿qué hacemos?

Releyendo las entradas que llevamos hasta ahora, vemos que casi todas se refieren a la labor (o la no-labor) del Ayuntamiento. No cabe duda que el órgano municipal juega un papel fundamental en la vida de la ciudad. Es quien toma las decisiones, ordena, prioriza, ejecuta. Además, tiene la legitimidad y la legalidad para ello.
Pero una democracia ha de ser más que eso. La democracia no puede ser sólo una "votocracia", en la que nos limitemos a depositar cada cuatro años el voto y punto. La participación social, la implicación, el llamado tejido social, ha de mantener una labor del día a día que haga sentirse representado y vivo al ciudadano.
En otros tiempos (ni mejores ni peores, otros, circunstancias distintas), las entidades sociales tenían un fuerte peso, contaban, hacían que los asuntos cotidianos estuvieran en la agenda de los políticos. Hoy, son casi inexistentes.
Por ejemplo, las Asociaciones de Vecinos. Presionaban para que se hicieran obras y mejoras en los barrios, seguían la marcha de las obras y denunciaban los retrasos, las molestias. Organizaban a los vecinos, mantenían el vínculo. Hoy son casi invisibles, con algunas excepciones, meras Juntas Directivas que se auto mantienen y, si tienen local, un bar algo más barato. Ni se ven, ni se notan.
Los sindicatos, igual. Antes eran áctivos no sólo en reivindicaciones laborales, tenían una preocupación social, usaban su fuerza, su representatividad, en la mejora de condiciones de vida. Viviendas, control del empleo municipal, etc.
También en tiempos de transición tuvieron fuerza organizaciones juveniles politicas y estudiantiles (Comunistas, socialistas, Joven Guardia Roja......) y culturales, que movían el llamado tejido social, recogían aspiraciones, hacían.......
En nuestra opinión, si queremos mantener la democracia viva han de surgir éstas u otras formas activas que permitan a los ciudadanos sentirse cerca de los problemas y de sus soluciones. En caso contrario, perderemos calidad de este sistema político que tanto costó consolidar.
Y queda manifiestamente claro que los partidos políticos, en su forma actual, no sirven más que como maquinas recolectoras de votos en sus momentos oportunos. Nada más. E interiormente, maquinas controladas de cooptación para los cargos públicos. Por eso cada vez tienen menos afiliados y menos credibilidad. Por eso, cada vez los votan menos gente.