La democracia de los partidos

Hemos visto en la prensa en los últimos días la noticia de que 200 afiliados del PSOE de Alcalá daban su respaldo a que Antonio Gutiérrez Limones vuelva a ser el candidato a la Alcaldía. Tampoco era ya noticia, hacia algunas semanas que el Comité Provincial del PSOE, órgano superior, ya lo habia aprobado, anunciado y publicado. Luego era una simple aclamación.

Pero nos llama la atención la cifra. 200 afiliados. Y ese dato es el que da el propio Partido. Si pasa como con las cifras de las manifestaciones, que siempre se inflan, serían unos cincuenta.

Y ese es el dato. ¿Cómo tan pocos militantes, o afiliados, como se llamen, tienen ese poder? Fijémosnos. De unos 70.000 habitantes censados, pueden votar unos sesenta mil. Votan en realidad menos de treinta mil. Al PSOE unos 18.000, sobre la propuesta que hacen unos doscientos, o menos. Eso es la democracia. Ojo, el mejor sistema de gobierno conocido. Pero con tantas imperfecciones. Que poca representatividad. O que pocas ganas.

Y no hemos tenido más noticias de ese asunto. Hay que reconocer que el Sr. Limones ha pacificado al PSOE local. Cierto es que la paz de los cementerios, se ha cargado a todos los viejos luchadores y luchadoras socialistas. Todos en su casa, renovados. En tiempos de Manuel Hermosín, llegaban noticias de discrepancias, votaciones, ese grupo que lideraba Manuel Espina, y Tom Muñoz, o Margari Gutiérrez, que tenía opinión propia, o Manolo Burgos...

Ahora nada se oye. ¿Ha habido más candidatos o candidatas?, o ¿ha habido posibilidad? ¿han votado los afiliados en votación secreta, con cabina, .....? ¿cabía la abstención?

Es verdad que este sistema es igual en todos los demás partidos. Bueno, menos en Izquierda Unida, parece. Pero eso no justifica nada. ¿Porque lo que es bueno, imprescindible incluso, para los ciudadanos no lo es para los afiliados del Partido?

Qué lejos queda ya ese aire fresco de Zapatero, protagonismo los afiliados y los ciudadanos, elecciones primarias. Como cambia el Poder, como nos cambia el poder.

¿Quien se acuerda ya de Limones, antes de ser D. Antonio e ir con escolta a todos sitios?

Ayyyyyy.