PGOU, la Alcalá que queremos, I

Va terminando el plazo de alegaciones al Avance del nuevo Plan de Ordenación Urbana de Alcalá, y queremos ir reflejando algunas opiniones sobre lo que se conoce, que no es mucho. Queremos insistir, una vez más, en que éste no es un documento más, o un Plan nuevo de tantos. Es el diseño de la Ciudad que tendremos para el resto. Las decisiones que se adopten serán irreversibles, pues lo construido, incluso lo dibujado, no tiene marcha atras.

El Correo de Andalucía del día 12 pasado publicaba un reportaje con el titular "Los PGOU del área metropolitana prevén 200.000 viviendas más", y en un cuadro reflejaba el número de viviendas previstas en cada municipio. Alcalá de Guadaíra era la segunda, tras la capital, con 30.702 viviendas nuevas.

Nos parece el primer tema de reflexión. ¿Necesita Alcalá ese número de viviendas para su crecimiento armónico? Nuestra respuesta es rotundamente NO. La obsesión del Sr. Limones por competir con Toscano en Dos Hermanas nos parece muy caro para nuestro futuro. Con independencia de cómo y dónde vayan esas viviendas, que analizaremos más adelante, se está definiendo una Ciudad de en torno a 180.000 habitantes. La cuenta es fácil, calculen cuántos somos y cuántos habrá en esas nuevas viviendas.

Si nuestro pueblo ha crecido en los últimos años en unos seis mil habitantes, según el INE, y estamos en 65.000, ¿Qué interes tenemos en multiplicarlo por tres? No es un problema cuantitativo, ni de anquilosarnos en el pasado, soñando una Alcalá que ya no existe. Es un problema de calidad de vida, de tener un tamaño que permita un flujo de relaciones, de habitantes, de equipamientos, razonable. Y eso, con ese crecimiento desaforado, basado exclusivamente en pelotazos urbanísticos y necesidades de Sevilla Capital, no es el modelo adecuado.

Este debe ser, a nuestro juicio, el principal debate que debemos abrir. No, como nos quieren decir, que crece más el suelo industrial. Eso en princpio es bueno. Ni que tengamos un ratio de metros cuadrados verdes por habitantes adecuado, que es aún mejor. Ni que seamos un municipio con un porcentaje de uso residencial del total de superficie disponible muy bajo. Eso es irrelevante y depende sólo del término. El problema es qué modelo de Ciudad queremos. Si queremos volver a ser, como en los años 1970 a 1980, una ciudad dormitorio, que es a dónde nos lleva este Plan. Y estos argumentos no son originales. Vamos a utilizar, en estos próximos análisis, argumentos utilizados por el Sr. Limones en entrevistas que le han hecho. O sea, opiniones suyas. Para que se compare lo que pensaba con lo que va a hacer, si no lo remediamos.

Por último, echamos de menos más debates en este tema. No hace mucho surgió un Foro Arquitecto Talavera, cuyo manifiesto hemos visto en la página de Alwad-ira, del que no hemos sabido nada más. Éste es el momento de impulsarlo, de motivar debates alejados de los intereses económicos y partidarios, que tantes veces coinciden.