PGOU, la Alcalá que queremos, II

Una ciudad no es un conjunto de casas alineadas en calles, con espacios verdes y equipamientos. Una ciudad es mucho más que eso. Es un espacio para vivir, para convivir, para crecer como personas, para educarnos, realizarnos. No es teoría. Mucho hemos oído hablar de ciudades dormitorio, en los que no hay relación, somos como autómatas, fríos, no se conoce a sus propios vecinos, no hay proyecto de vida en común.

Por eso, a la hora de diseñar una ciudad, o su crecimiento y su planificación, ha de tenerse en cuenta como se producirán los flujos de relaciones en la vida de las personas.

Y esa es una de las carencias que tiene lo que conocemos del Avance del PGOU. Sólo es un conjunto de nuevas zonas para crecer y vías para circunvalar.

Fíjense. Hace unos años, el Gobierno municipal sacaba un slogan, que ponía en sus carteles y sus obras. Era Alcalá, una Ciudad para Vivir. Aún quedan algunos carteles con eso. Ahora, sutilmente, lo han cambiado. Junto a un diseño de una a minúscula pero grande, aparece Alcalá, una Ciudad para Crecer. Hemos cambiado Vivir por Crecer. Nuestro objetivo, nuestra aspiración, segun Limones, es ahora crecer, no vivir mejor.

Dos ejemplos de este nuevo modelo de Ciudad que nos imponen, sin dialogo ni participación.

Uno. Paséen el sábado por el centro de Alcalá. Desde el Duque al Barrero. Verán una ciudad desierta, desangelada, vacía. Vayan luego a Cabeza Hermosa (por cierto, eso sí que es un pelotazo. Calculen las ganancias de los Martín Casillas y lo que aportaron al Ayuntamiento). Aquello es un hervidero. Todos por esos pasillos, tras un carro. Sin relaciones personales. Ese es el nuevo modelo que se nos impone. El gran Centro frente al comercio tradicional en el que todos nos conocíamos. La masificación frente a las personas. Se podrá decir que eso es lo moderno. Pues vaya modernidad.

Dos. El mayor crecimiento se propone en el eje de la antigua carretera de Utrera. Vean lo que allí se está construyendo. Chalets y más chalets. Vean Campo Alegre, Geseduma, lo que se hace a continuación de los últimos Pinares. ¿No era ese el modelo agotado y nefasto del Aljarafe?Urbanizaciones sin personalidad, sin convivencia, sin equipamientos, sin relación con la ciudad en la que se ubican. Pues eso es lo que se promociona en Alcalá. Campo recalificado para hacer muchos chalets pareados. El nuevo paraíso. Así es la Ciudad que quieren para nosotros.

Algunos nos negamos. No en mi nombre.